La mayoría de las enfermedades modernas responden a un conjunto de motivos que tienen que ver con nuestro estilo de vida, pero hay uno de estos motivos que se lleva el premio al motivo más relevante: EL ESTRÉS!
De hecho, estudios médicos estiman que el 90% de las enfermedades están relacionadas con el estrés
Vivimos un ritmo de vida insostenible que responde a muchísimas demandas de una sociedad que se enfoca en lo menos importante, y niega por completo aquello que es esencial.
Nos preocupamos demasiado por tener cosas materiales y reconocimiento superficial, cosas que creemos necesarias para tener un lugar en la sociedad: carros modernos, una casa en el barrio de moda, la ropa que salió en la revista del mes, productos carísimos para tener una piel joven, un cabello de revista, maquillaje, citas en el salón de belleza, cirugías estéticas para que no se nota nuestra edad, nutricionistas que nos ayuden a controlar el peso, personal trainer para tener un cuerpo que se parezca un poco a lo que aprendimos que es “bonito”, y esto por nombrar lo más general, pero la lista es infinita.
A esto tenemos que sumarle el estrés que sostienen las redes sociales, que nos mantienen en un estado de lucha huida constante, manejar por calles llenas de personas necesitando probarse poderosas, tener un “performance” lo suficientemente bueno en el trabajo (traducido a trabajar tantas horas extras como sea posible) para poder sostener un puesto exitoso, y entre todo esto, encontrar suficiente tiempo para los quehaceres del hogar, etc.
No es de extrañarse que cada vez pasamos menos tiempo con nuestra familia, nuestros amigos, nuestra comunidad. Pasamos más tiempo viendo la pantalla de nuestro celular que conversando con las personas que queremos. La naturaleza se ha convertido en un ente separado de la sociedad, y hemos perdido nuestra habilidad social, nuestra capacidad de interactuar con otros, comunicar lo que pensamos y sentimos, cocrear, convivir. La vida acelerada nos pide tener más que ser y nos convierte en islas.
El estrés afecta nuestra vida entera, pero no nos sirve para mucho, vivir en ansiedad y estrés crónico:
Afecta nuestra digestión
Desregula nuestro sistema hormonal
Reduce los niveles de serotonina y dopamina
Desregula nuestro sistema inmune
Nos hace consumir más oxígeno
Aumenta la frecuencia cardiaca y presión sanguínea
Genera inflamación y dolores en el cuerpo (cabeza, músculos, articulaciones)
Reduce la capacidad de enfoque
Afecta negativamente la memoria
Nos conduce fácilmente a la depresión
Además de todo esto, el estrés significa que estamos constantemente pensando en aquello que no queremos, es decir, cada vez lo atraemos más y más por medio del pensamiento, y a la vez, predisponemos a nuestro cuerpo a no tener una buena capacidad de respuesta.
Es necesario aprender a relajarnos. Pero relajarse no es lo mismo que escaparse.
Muchas personas buscan relajarse por medio de Netflix, una copa de vino o vida social. Pero nada de esto te ofrecerá un estado de relajación real, sólo te hará olvidarte por un tiempo sobre aquello que te atormenta. Y no creas que por ser yogui te escapas. Muchos practicantes se obsesionan con su práctica, buscan asanas más y más avanzadas, llenan sus agendas con clases y eventos, pero no dedican espacio a la auto-observación o la reflexión. No estoy aquí para juzgar esta búsqueda, porque yo también estuve allí.
En muchos momentos me encontré con esa necesidad, buscando autovalidación o evitando la confrontación con mi propio ser interno. Lo curioso es que a pesar de que encontré resultados en esta búsqueda , la satisfacción que me traía era efímera, se esfumaba muy rápido, y no reparaba de ninguna forma las raíces de los desbalances en mi vida.
El motivo es muy sencillo, mientras no aprendamos a soltar el estrés, y sostener un estado de tranquilidad en todas las áreas de la vida, seremos presa de un círculo vicioso de agitación y ansiedad que solo nos aleja del estado que buscamos por medio del Yoga.
Así que aprender a relajarse en crucial. Inclusive Patañjali en los Yoga Sutras lo define claramente, el estado del Yoga solo se puede alcanzar cuando la mente está en calma, y no hay agitación, solo entonces es posible habitarse, habitar la esencia de uno mismo, de lo contrario, nos convertimos en todas las fluctuaciones que producimos con nuestra mente (Sutras 1.2, 1.3 y 1.4).
Lo BUENO es que habemos muchas personas que estamos trabajando fuerte para seguir generando un cambio, para sostener a otros en su proceso de recordar lo que es esencial, lo que realmente nos trae felicidad interna (que no es lo mismo que una satisfacción efímera).
Si quieres realmente calmar tu mente agitada y alcanzar un estado de RELAJACIÓN profunda, lo que necesitas hacer es aprender, experimentar y profundizar técnicas accesibles y efectivas que aborden tanto el cuerpo como la mente.
Una de las herramientas MÁS PODEROSAS que ha llegado a mi y que he estudiado, es el Yoga Nidrā. El Yoga Nidrā es una herramienta de RELAJACIÓN, verdadera relajación, a niveles sumamente profundos, generando estados de regeneración y sanación en muchos niveles.
He experimentado cómo, en combinación con Somatic Yoga, el Yoga Nidrā puede tener un efecto tan tangible en nuestro estado mental y emocional, y por ende en nuestro cuerpo físico.
Y por eso quiero compartirles un Taller muy especial que preparé para un grupo de personas que estén listas para empezar a transformar el estrés y tensión de la vida, en relajación radical.
Si necesitas apoyo para aprender a relajarte o quieres ayudar a otros a hacerlo… Únete a nuestro curso “Relajación Radical: Taller de Somatic Yoga y Yoga Nidrā”, un intensivo y profundo curso teórico-práctico que te enseñará herramientas accesibles, sencillas y muy poderosas para romper con el ciclo del estrés, salir del estado de lucha-huida y experimentar un verdadero estado de RELAJACIÓN profunda.
Es mi llamado compartir esta joya contigo. La pregunta es, ¿estás listo(a) para aprender a soltar el estrés? Conoce nuestro Curso Relajación Radical.
Om Shanti.
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