En las prácticas antiguas, las inversiones eran parte de las prácticas ascéticas o Tapasya y tenían el propósito de preservar el Amrta o néctar de la vida eterna el cual debido a nuestra posición vertical de pie, gotea hacia el fuego digestivo, donde se derrite. La preservación del Amrta se asocia con la iluminación o la liberación de las ataduras del sufrimiento.
Desde el punto de vista de la neurociencia, podríamos hacer conclusiones para explicar dicho fenómeno de preservación del Amrta con base en investigaciones relativamente recientes. En una investigación conducida en el 2002 (1), se encuentran cristales de calcita en la glándula pineal. Dichos cristales tienen una propiedad muy interesante, la de convertir energía mecánica en energía eléctrica o viceversa. Esta propiedad se conoce como propiedad piezoeléctrica y varias investigaciones se han conducido al respecto(2). El doctor Joe Dispensa, explica de una forma muy clara como estos cristales se activan y producen un campo electromagnético por medio de una presión mecánica sobre los cristales.
¿Cómo se relaciona esta sopa de tecnicismos con la práctica de yoga postural?
Resulta que por nuestra espinal dorsal y cerebro corre el líquido cerebro espinal. Se calcula que este líquido tarda aproximadamente 12 horas en completar un ciclo pues debe subir en contra de la gravedad para regresar al cerebro. El doctor Joe Dispensa explica como por medio de algunas técnicas es posible aumentar la presión del líquido cerebro espinal y así estimular los cristales. Siguiendo la misma lógica de su explicación, podríamos asumir que al invertirnos, como en un Sirsasana, aumentamos el flujo del líquido en dirección hacia la cabeza y así podemos ejercer presión sobre los cristales y crear este campo electromagnético que nos permite la experiencia de estados de consciencia más elevados. A esto sumamos que al estimular la glándula pineal, mejoramos su funcionamiento, es decir, el balance del ciclo circadiano, y más específicamente, la producción de melatonina, el neurotransmisor que regula el sueño, y que además facilita los estados de reparación y regeneración.
La glándula pineal es la glándula asociada al tercer ojo (sexto chakra) y de la coronilla (séptimo chakra). Estimularla requiere un trabajo no solo sobre nuestra existencia densa sino sobre nuestros cuerpo sutil, por ello, la intención es claramente esencial si queremos recibir el néctar de la postura. No es lo mismo practicar Sirsasana mientras hacemos un video para instagram pensando si la luz y el ángulo estarán bien, y si la ropa que escogimos combina, que practicar Sirsasana en silencio, con los ojos cerrados, con toda la atención en nuestra glándula pineal.
No es para menos que Sirsasana se conoce como el Rey de las Posturas. Si tu práctica es un medio para despertar y reconocer a tu ser sagrado, Sirsasana no debe faltar en tu lista.
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Referencias:
Baconnier, S. & Lang, S. B. & Polomska, M. & Hilczer, B. & Berkovic, G. & Meshulam, G. (2002). Calcite Microcrystals in the Pineal Gland of the Human Brain: First Physical and Chemical Studies. National Library of Medicine. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/12224052/
Lang, S. B. & Marino, A. & Berkovic, G. & Fowler, M. & Abrego, K. D. (1996) Piezoelectricity in the human pineal gland. Science Direct. Volumen 41. Edición 2. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0302459896051471
Gracias por tan valiosa información!