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đŸ§˜â€â™€ïž ÂżQuĂ© tan profundo es tu camino yĂłguico?


El yoga moderno y sus espejismos

Vivimos en un mundo donde la prĂĄctica de yoga muchas veces se confunde con una coreografĂ­a de posturas perfectas.


Redes sociales repletas de imĂĄgenes inspiradoras nos muestran cuerpos flexibles en escenarios paradisĂ­acos, pero... ÂżserĂĄ eso realmente yoga?


Yo recuerdo cuando empezĂł la explosiĂłn de las redes sociales.


Me recuerdo haciendo tantas fotos pudiese sobre mi prĂĄctica de asana, haciendo las posturas mĂĄs avanzadas en mi repertorio, en los escenarios mĂĄs idĂ­licos... y conforme las redes fueron apropiĂĄndose de muchas cosas, incluyendo el yoga, mis escenarios empezaron a ser ruinas en Italia, playas en Grecia, templos en India y mĂĄs.


Y asĂ­, muchos otros, unos famosos y otros mĂĄs desconocidos (como yo) empezamos sin querer, y sin consciencia, a crear esta falsa percepciĂłn de lo que es el yoga.


Esto unido a muchos otros eventos, sembrĂł las bases para que llegĂĄramos a pensar al yoga como una prĂĄctica fĂ­sica de flexibilidad y fuerza, o inclusive de fitness, lo que se ha convertido en Yoga Postural Moderno.


¿Pero qué tiene que ver una foto de una parada de manos en una piscina infinita con este legado tan profundo? Desde mi perspectiva, absolutamente nada.


El corazĂłn roto de una yoguini

Cada vez que veo ciertos mensajes explĂ­citos o entre lĂ­neas que nos comunican cosas como:

“ConviĂ©rtete en profesor en 2 semanas”

o

“Haz la parada de manos perfecta y conviĂ©rtete en un yogui avanzado”,

una parte de mĂ­ se entristece.


A pesar de que no existe un Yoga, y que en la diversidad socio-cultural, temporal y geográfica en la que surge existen innumerables prácticas y propósitos, el yoga nunca se ha tratado de alimentar al ego, nunca se ha tratado de alcanzar flexibilidad extrema, ni de tener el portafolio de fotos más exquisito



Yo me recuerdo obsesionada con tener siempre una nueva y bellĂ­sima foto para compartir en redes, y en muchas ocasiones, ese necesidad le pasaba por encima a mi prĂĄctica real (y aquĂ­ no me refiero solo a posturas).


Afortunadamente llegĂł mi gurĂș a mi vida: mi hijo!


Fue a travĂ©s de la maternidad que empecĂ© y continĂșo experimentando las dimensiones mĂĄs profundas de esta tradiciĂłn.

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Y a pesar de que la postura tiene tantĂ­simos beneficios (fĂ­sicos, mentales y emocionales) y nos prepara para la meditaciĂłn, esto no necesariamente sucederĂĄ con solo practicar asana, al contrario, es posible tambien quedarse en un lugar de mayor ignorancia, en la ilusiĂłn, y en un apego aĂșn mĂĄs profundo a la identidad individual.


Expectativas equivocadas, prĂĄcticas vacĂ­as

A veces llegamos al yoga con ideas como:

“Cuando logre esa postura avanzada, es porque logrĂ© la alineaciĂłn perfecta.”

“Si hago una formación, me transformo en un yogui.”

“Una práctica física más intensa me traerá paz interior.”


Pero el camino del Yoga va mucho mĂĄs allĂĄ del cuerpo y de un certificado.


El Yoga implica un proceso de auto-observaciĂłn (el cuĂĄl por lo general no es cĂłmodo ni placentero).


Implica un prĂĄctica de presencia y cuestionamiento constante, un compromiso inquebrantable con un cĂłdigo que tiene su raĂ­z en la ecuanimidad.


El Yoga implica una prĂĄctica ininterrumpida que te ayude a pulir tu mente, a vaciarla de todo lo que la limita y no le pertenece, a despojarte de todo lo que no te permite ver.


No importa si esta prĂĄctica es postural, o alguna otra tecnologĂ­a como los mantras, el pranayama, la meditaciĂłn, los mudras, etc. Lo que importa es que sea con una entrega honesta, verdadera.


Pero el Yoga anclado en la bĂșsqueda de la postura avanzada y de la foto perfecta, solo nos llevarĂĄ al mismo punto de partida, al mismo vacĂ­o que nos hizo buscar al yoga como camino.


La realidad de la prĂĄctica diaria

No siempre se ve como una escena de postal.

A veces sudas.

A veces tienes un niño encima escalando en tu espalda.

A veces la prĂĄctica sucede en la cocina, mientras lavas platos o lees el Bhagavad Gita a las 10 p.m. con los ojos a medio cerrar.


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La prĂĄctica debe ser honesta, real y sobre todo interna. La prĂĄctica no es el video que subes en tus perfiles de redes sociales. Ni la idea romĂĄntica de un Padmasana en las ruinas de los templos de Indonesia o Tailandia.


La mayorĂ­a de las veces mi prĂĄctica no puede ser 1 o 2 horas en el mat. Eso, desde que soy madre, ya no sucede tan a menudo.


Muchas veces mi pråctica es recitar mantras en silencio mientras acompaño a mi niño a dormir.


Otras veces, mi prĂĄctica son 15 minutos de pranayama bajo el ĂĄrbol.


Y otros dĂ­as, mi prĂĄctica son 10 minutos de lectura de Upanishads antes de dormir.


De cuando en cuando, durante el dĂ­a, jugamos a los animales haciendo posturas de Yoga, aunque eso para mi no es exactamente mi prĂĄctica, sino mi forma de maternar.


Tu prĂĄctica puede ser algo menos tangible pero mĂĄs profundo. Porque el Yoga es sobre todo una medicina. Una medicina que nos ayuda a salir del lago de la ignorancia, y nos lleva inevitablemente a ver la esencia del Ser.


Cuando el yoga se vuelve vida

La medicina sucede cuando el yoga se filtra en todo:

En cĂłmo hablas.

En cĂłmo comes.

En cĂłmo escuchas.

En cĂłmo habitas tu propia mente.


Cuando reconocemos lo divino en el agua antes de beberla.

Cuando reconocemos el milagro de la vida en el primer rayo de luz del dĂ­a.


Porque el Yoga es por encima de todo, una prĂĄctica devocional, de disciplina, autoconocimiento y transformaciĂłn, que nos muestra la interconexiĂłn de todos los seres y cosas, llevĂĄndonos a un estado en el que ya no hay vuelta atrĂĄs. Ya no se puede gestionar al mundo desde el mismo lugar.


ÂżY si no estĂĄs solo(a)?

QuizĂĄs has pensado que las demĂĄs personas avanzan mĂĄs rĂĄpido.

Que entienden todo.

Que conocen todos los libros y técnicas.

Que ya llegaron.


Pero la verdad es que la mayorĂ­a de los practicantes necesitamos una guĂ­a.

Necesitamos una tribu.

Necesitamos herramientas reales.


Un acompañamiento con guĂ­a amorosa dentro de una comunidad que comparte la misma bĂșsqueda, es una forma muy poderosa de transitar la transformaciĂłn que inevitablemente vivirĂĄs si te sumerges en el camino del Yoga.


El Yoga es uniĂłn, pero no es posible experimentar esa uniĂłn hacia afuera sin haberla experimentado hacia adentro primero.

Y allí es donde el acompañamiento se vuelve una joya en el sendero.


Saber que alguien estĂĄ allĂ­ llevando luz hacia los lugares que desconoces, y sosteniendo el espacio para que vivas tu crecimiento a tu propio tiempo, que es el tiempo perfecto.


Una invitaciĂłn a profundizar

Si algo dentro de ti sabe que este camino es más que posturas


Si sientes el llamado a conocer el yoga desde su raíz


Si estás listo(a) para caminar con más profundidad



En Sacred Self estamos presentes y con el corazĂłn abierto para recibirte en nuestros programas y cursos:


Ya sea que estés iniciando el camino y te introduzcas por medio del Programa de Pre-Formación Sutra.


O que estés siguiendo el llamado de formarte como Profesor de Yoga por medio del Profesorado EKAM 200Hr Online.


O que seas un profesor certificado buscando mayor profundidad en tu pråctica y enseñanza por medio de nuestro Programa Avanzado Amrita 700 Hrs.


O que quieras experimentar un poco de nuestra escuela sin comprometerte aĂșn con un curso por medio de Elevate Yogi’s Toolkit (GRATUITO).


Mås paz. Menos juicio. Mås Sabiduría que surge del cuerpo. Eso también es yoga. Y eso es lo que te ofrecemos, aquí y ahora.

 
 
 

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